Recuerdo de Agapito

Esta semana me enteré que por fin salió la nueva edición de « El cantar de Agapito Robles » (1977), ahora bajo el sello de ALFAGUARA (2024) y no puedo dejar de comentarlo porque me emociona grandemente. Este el el cuarto volumen de la «Saga de la Guerra Silenciosa» que reaparece a razón de una balada o cantar por año desde el 2020. Aun se desconoce el monumental trabajo de documentación que realizó Manuel Scorza para concretar este proyecto. Cientos de papeles guardan este testimonio en su archivo personal resguardado en la Universidad de Poitiers (Francia), además, otra de las características de su trabajo, como su proceso creativo, tampoco ha sido estudiado aun.

En la imagen que comparto en este post conjugo imágenes de uno de los manuscritos de este cantar, documentos que he tomado de un post publicado en la pagina oficial de Facebook de Manuel Scorza (7 julio 2019). De acuerdo a lo que se anota en dicho post, la novela se habría titulado inicialmente «Balada de Agapito Robles» y ese manuscrito correspondería a la versión número 15.

Las otras fotos las tomé yo el año 2019 en un viaje hermoso e inolvidable que hice juntamente con los hijos del escritor, y dos compañeros más, en el que visitamos a Agapito Robles Broncano y recorrimos parte de la quebrada del Chaupiguaranga. Teniendo entonces como destino final la Comunidad de Rancas. En una parada que hicimos con la movilidad para apreciar el Qhapaq Ñan, Agapito detuvo su mirada en la inmensidad que tenía en frente y le robé esa fotografía. Nos encontrábamos camino a Charquicancha, su estancia a más de 4000 metros de altura.

Sobre recuperaciones de tierras en la década de 1960 en Pasco, Agapito recuerda este suceso lejano en la historia de su vida, para entonces apenas rondaba los treinta años. Hoy, si bien lleva ya una buena cantidad de años encima -nació en 1930, dos años después que Manuel Scorza- ello no es impedimento para dar continuidad a una actividad que es la verdadera razón de su vida y que lo ha llevado a recorrer diversos lugares y conocer muchas personas, su actividad como pastor evangélico.

Hay mucho camino recorrido en él, mucha sapiencia y lo único que provoca cuando uno está a su lado, no es sacar la grabadora o la cámara para forzar el regreso de recuerdos (que además sería impertinente), sino solo sentarse a su lado y disfrutar de la tranquilidad y la paz que transmite.

Manuel Scorza convirtió a personas sencillas en héroes míticos, y siempre estarán presentes cada uno de sus personajes para recordarnos lo necesaria que es la pelea por la memoria, que la injusticia y la violencia han sido y son pan diario en los Andes (y Amazonía) de nuestro país. He ahí la razón de aquel conocido extracto de esta balada: «En los Andes las masacres se suceden con el ritmo de las estaciones. En el mundo hay cuatro; en los Andes cinco: primavera, verano, otoño, invierno y masacre»

No vamos a rendirnos.

La Comunidad Campesina San Antonio de Rancas «declara de manera póstuma a Manuel Scorza hijo ranqueño y comunero honorario»

Entre el 11 y 13 de octubre de 2023 se llevó a cabo en la Universidad de Poitiers (Francia) el “Coloquio Generación crítica 1983-2023 – Homenaje a cuatro figuras intelectuales latinoamericanas: Manuel Scorza, Ángel Rama, Marta Traba y Jorge Ibargüengoitia”. Evento en el que coincidí con investigadores e investigadoras de distintos lugares y con lecturas muy diversas sobre estos intelectuales latinoamericanos, desaparecidos trágicamente en un accidente aéreo el año 1983.

Los dos primeros días estuvieron dedicados íntegramente a presentaciones y ponencias sobre el trabajo de Manuel Scorza. Uno de los eventos más significativos fue la presentación, por parte del Dr. Jean-Marie Lassus, de los archivos personales del escritor, que hasta este momento estuvieron inéditos. Archivos que el día de hoy se encuentran bajo el resguardo del Centre de Recherches Latino-Américaines (CRLA-Archivos) de la Universidad de Poitiers, donde se están digitalizando y catalogando para el posterior uso de los investigadores e investigadoras que estén interesados en el tema. Sin duda, y como se dijo reiteradas veces durante el coloquio, la posibilidad que dan los archivos de Manuel Scorza es la de abrir una multiplicidad de ventanas para nuevas lecturas sobre el trabajo creativo del escritor, un trabajo de profunda investigación.

Quienes me conocen saben que hace mucho tiempo llevo investigando distintos temas en ámbitos sociales y culturales sobre la Comunidad de Rancas. Uno de los temas centrales de su historia contemporánea en los que me he detenido a mirar con detalle es la denominada “Masacre de Huayllacancha” y la relación que han construido los habitantes de esta comunidad con el mencionado hecho histórico. Un tema, quiérase o no, indesligable del trabajo literario de Manuel Scorza. Fui invitada por la Universidad de Poitiers para presentar una charla sobre el referido tema y también para compartir una mesa con dos personas extraordinarias, el escritor y doctorando César Ruiz Ledesma y el histórico y grande Héctor Béjar Rivera, con quien compartimos largas y magníficas conversaciones. Fue precisamente durante el desarrollo de esta mesa titulada, «Los personajes reales y ficticios de la prosa narrativa de Manuel Scorza», que tuve el altísimo honor de entregar, a nombre de la CC San Antonio De Rancas, un documento histórico que pasará a formar parte de los archivos del escritor.

Con fecha 27 de agosto de 2023 la Comunidad Campesina San Antonio de Rancas, mediante resolución comunal N° 001-2023-P-CCSAR-P, «declara de manera póstuma a Don Manuel Emilio Escorza Torres – «Manuel Scorza» como hijo ranqueño y comunero honorario…».

Personalmente considero que este acto expresado en un documento oficial por la comunidad cierra un ciclo y abre uno diferente en la relación entre la academia y la comunidad. Rancas como símbolo de las comunidades pasqueñas en la lucha por la tierra asume su protagonismo visibilizado por el escritor y deja constancia de su agradecimiento y aprecio hacia él con esta distinción.

Gracias por la confianza al presidente de la comunidad y a sus excepcionales gestores culturales por permitirme ser un puente para ello.

Aun queda mucha tarea por hacer, los temas de historia y memoria nos convocan hoy más que nunca.

97 aniversario Comunidad de Rancas

La CC San Antonio De Rancas celebra 97 años de reconocimiento legal como Comunidad Indígena (hoy campesina). Dicho reconocimiento se dio durante el gobierno del presidente Augusto B. Leguía quien había llegado al poder con un discurso pro indígena, en paralelo a la propuesta indigenista que recogía la Constitución de 1920. Así el 29 de enero de 1926 son cinco las primeras comunidades en el territorio nacional en recibir este reconocimiento legal (dos de Cusco, dos de Lima y una de Junín) (Trivelli 1998).

«Con el reconocimiento jurídico de las comunidades, al amparo de la Constitución de 1920, se inicia una nueva etapa en la vida del campesinado andino, que se caracteriza por un lento proceso de reconocimiento legal ante la sociedad de Estado. Desde los años en que el virrey Toledo dictara las ordenanzas de la reducción de indios en localidades similares a las comunidades rurales españolas, el común de indios había subsistido sin personería jurídica. Durante toda la etapa colonial y a lo largo del primer siglo de la vida republicana, los «defensores de indios» y los letrados fueron quienes hablaban por ellos y ejercían la defensa de los intereses indígenas ante las diversas instancias del aparato del Estado. El reconocimiento jurídico le dio la primera oportunidad para ser considerado parte del Estado-nación. Ese es el valor que tuvo para el indígena la Constitución de 1920″ (Robles Mendoza, 2004, p. 27).

Ese mismo año, el 27 de agosto de 1926, Rancas recibe dicho reconocimiento, siendo, juntamente con las comunidades, San Juan de Yanacocha en Yanahuanca ( 6 de agosto de 1926) y Paucartambo (2 de agosto de 1926) las primeras comunidades pasqueñas en ser reconocidas legalmente.

¡Feliz aniversario CC San Antonio De Rancas!

Este registro fue realizado por el gestor cultural y comunero ranqueño Hugo Sosa Santiago. El video fue tomado de su cuenta de Facebook.

63 años de Huayllacancha – CC San Antonio De Rancas

Entre el 28 de abril y 2 de mayo se llevó a cabo en la Comunidad Campesina de San Antonio de Rancas la conmemoración anual de la «Masacre de Huayllacancha». En esta, cada una de las actividades que se realizan están orientadas a mantener viva la memoria del suceso histórico de 1960, quizá, el más importante en dicha comunidad, ya que recuerda la intensa y desigual pelea por la recuperación de sus territorios del poder de la Hacienda Paria, una de las trece haciendas de la Cerro de Pasco Corporation. Un enfrentamiento que después de una larga pelea legal terminó en la toma estratégica de tierras que la comunidad, título en mano, reclamaba como suyas. Acontecimiento que fue reprimido ferozmente por el Estado Peruano en defensa de los intereses de la Cerro de Pasco Corporation y que tuvo su día más álgido el 2 de mayo de 1960 en las Pampas de Huayllacancha. Un hecho sangriento donde fueron asesinados tres comuneros ranqueños, y que además dejó decenas de heridos con graves secuelas físicas y un vacío inmenso en los huérfanos que perdieron padre o madre.

Este acontecimiento cobra gran importancia porque es una comunidad pequeña quien logra hacerle frente, en su momento, a la empresa más poderosa del país, que a decir de los investigadores Kruijt y Vellinga se había convertido en un» Estado dentro de otro Estado” (1983). De aquí en adelante Rancas ya no perderá la posesión de dicho territorio convirtiéndose en una de las primeras victorias que luego se ratificará con la Reforma Agraria.

Hace varios años que vengo observando, compartiendo y registrando las actividades conmemorativas que se realizan desde la institución comunal, y esta recurre a diferentes ´estrategias´ para involucrar a los integrantes de la comunidad. Digo estrategias, porque dada la lejanía en el tiempo del suceso histórico, la importancia de esta puede ser muy difícil de entender para los más jóvenes o para quienes en los últimos años se han integrado a la comunidad.

Una parte de las actividades contempla concursos de relatos, declamaciones poéticas y dramatizaciones, las que básicamente se trabajan sobre testimonios que se han recogido de quienes participaron en mayo de 1960. Por lo general hay una narrativa establecida que tiene ligeras variaciones y/o recreaciones, la cual se presenta como el discurso base sobre la memoria del día del enfrentamiento, pero que no incorpora un antes o un después, a ese momento de tragedia. Otras actividades son las protocolares, como desfiles institucionales, de organizaciones comunales e instituciones educativas. Otra actividad que se realiza invariablemente es el velatorio de coronas en homenaje a los mártires Silveria Tufino H., Teófilo Huamán, T, y Alfonso Rivera R. En esta se reproduce la ritualidad habitual de los velorios o entierros de la zona, en el que se mastica hojas de coca y se comparte ´caliente´ con los asistentes. En algunas oportunidades se han presentado artistas que le dan a este velatorio una dimensión de ´velada cultural´, como lo fue este año con la presentación de un grupo ranqueño liderado por el profesor Celso Atencio Sánchez y el reconocido artista cerreño Pagina Oficial LICHA.

Otra actividad introducida en la conmemoración es relativamente nueva, surgió por iniciativa de la junta comunal que en su momento fue presidida por el comunero y gestor cultural Hugo Sosas y que este año ha cumplido su sexta edición. Esta es una caminata desde las Pampas de Huayllacancha hasta el pueblo de Rancas. En ella se reconoce cada espacio en el que, de acuerdo con los testimonios, habrían sido heridos o caídos muertos los comuneros el 2 de mayo de 1960. En cada uno de estos espacios se han construido a manera de hitos, pequeñas capillas con el nombre de cada uno de los mártires. Allí se hace una parada, un recuento conmemorativo y el canto de un responso.

En un punto cercano al pueblo, antes de culminar con la caminata, se comparte lo que han denominado MIRKAPA (fiambre). Esta se presenta como concurso de potajes tradicionales entre los diferentes sectores de la comunidad. Los platos presentados comprenden la gran variedad de comida campesina de la zona como mazamorras de maíz o chuño, charqui, pachamanca, maíz y habas tostadas, machka, caldos que restablecen la salud de las parturientas, panqueques, panes artesanales, variedades de papas sancochadas, y una larga lista sobre la cual espero dar más detalle en otro momento.

Debo agradecer infinitamente a la comunidad y a sus autoridades el haberme hecho parte de esta MIRKAPA, por segundo año, como jurado, esta vez juntamente con el acucioso y querido investigador Pio Mendoza Villanueva. Además de la calificación de los potajes las bases contemplaban el uso de vestimenta tradicional así como cantos o arengas y elementos utilizados para la defensa de los comuneros en mayo de 1960, básicamente piedras y hondas. Este acto termina convirtiéndose en un momento de confraternidad, recuerdo y entrega de tradiciones y memoria para los más jóvenes. Debo agradecer también cada alimento compartido que me han dejado satisfecha despertando no solo mi memoria gastronómica sino abriéndome puertas que no conocía.

Finalmente el 2 de mayo la conmemoración tradicional se realiza en las Pampas de Huayllacancha después de haber dejado las coronas veladas la noche anterior en el cementerio de la comunidad.

Gracias siempre Comunidad Campesina San Antonio de Rancas. ¡Gloria a los mártires de la lucha campesina pasqueña!

Mujeres ranqueñas

8 de marzo 2023. En este dia de conmemoración de la lucha, resistencia y pelea por derechos de las mujeres que no ser riden, a pesar de la represión, el machismo, la violencia patriarcal y la violencia de los diferentes gobiernos que han pasado a lo largo de los años, quiero compartir mi libro Josefina, la mujer en la lucha por la tierra y un pequeño recordaris de este suceso histórico. Este libro guarda una historia enorme, compendia la historia de vida de una comunera ranqueña, Josefina Oscátegui Córdova. Ella participó en la recuperación de tierras en la CC San Antonio De Rancas (Pasco) el año 1960 del poder de la empresa Cerro de Pasco Corporation, amparada por Estado Peruano. Entonces las fuerzas policiales que reprimieron violentamente en el lugar, asesinaron a tres personas e hirieron a numerosas personas, entre ellas le dispararon a Josefina una bala en uno de los talones, lo cual la dejó con invalidez permanente.

Que duro deben haber sido sus habiendo perdido movilidad para desplazarse, y disfutar de su cuerpo joven y el caminar libre por los campos ranqueños. Aun así , con ayuda de sus hijos e hijas, con tesón y fuerza vivió floreció y se hiso semilla.

Con la resistencia de las mujeres aymaras me vienen a la memoria, desde el primer día, las ranqueñas valientes. Si bien Silveria Tufino Herrera cobra mayor protagonismo en la narrativa del suceso, sobre el de otras, ya que es su muerte convertida en sacrificio la que la fija en la memoria, no se debe olvidar a las mujeres que sobrevivieron a la arremetida y que quedaron con serios problemas de salud. Mujeres que pusieron el cuerpo para defender un espacio que hoy cobija en magnitud a tantísimas familias, que quizá no sepan mucho de ellas. Cada una es una heroina en la historia de la lucha por la tierra y la dignidad en Pasco.

El año 2012 la Muni Simón Bolívar elaboró un documento donde anotaba los nombres de los hombres, mujeres y niños que participaron aquel día. Se enumera a 41 mujeres como participantes en mayo de 1960, ellas eran jóvenes, mayores, embarazadas, con y sin hijos, casadas, solteras, viudas y madres solas. Las mujeres mencionadas en la lista de son:

Silveria Tufino Herrera, Vicenta Suarez Rivera, Josefina Oscátegui Córdova, Justa Atencio Robles, Lorenza Córdova Toribio, Emilia Rivera Rojas, Ervitas Gora Tufino, Teresa Gora Tufino, Floirana Atencio Chombo, Águeda Atencio Medrano, Sabina Rivera Silvestre, Teodosia Medrano Rubio, Lorenza Atencio Robles, Lidia Rojas Velázquez, Justina Medrano Santiago, Fortunata Medrano Huamán, Simiona Rivera Muñoz, Haydee Rivera Muñoz, Eduarda Ayala Robles, Francisca Paredes Rojas, Juana Paredes Rojas, Dora Huamán Santiago, Emilia Tufino Villanueva, Marcelina Tufino Villanueva, Petronila Villanueva Curi (Ticty Chacayán), Elvira Tufino Herrera, Celedonia Ayala Robles, Eufrasia Baldeón Ayala, María Jurado Gonzáles, Narcisa Rivera Caso, Estefania Herrera Ayala, Aurelia Gora Martel, Isabela Atencio Martel, María Santiago (mamá de Clodoaldo Atencio), Felícita Sosa Vda. De Robles, Elisa Gallo Medrano, Guadalupe Santiago Dávalos, Presiliana Curi, Vicenta Huari López, Elena Medrano Atencio, Julia Espíritu Atencio (Comunidad Quiulacocha) .

A ellas mi gratitud, mi recuerdo y la promesa de que mientras pueda y tenga la oportunidad, seguiré contando sobre su resistencia coraje y convicción.

Se puede descargar el libro Josefina, la mujer en la lucha por la tierra AQUI: https://www.pakarinaediciones.org/…/Josefina_La_mujer…

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